PIEL CON PIEL
Un vínculo eterno
Cuando pienso en mi lactancia recuerdo tantas cosas… Los primeros días llenos de dudas, de aprender juntos. Recuerdo también las noches infinitas en las que el cansancio se mezclaba con esa calma única de tener a mi bebé en brazos. Y sobre todo recuerdo esa conexión tan intensa. Esa mirada, esa necesidad mutua, ese vínculo que es imposible de explicar con palabras.
Aunque a veces parecía que iba a durar siempre, pasó mucho más rápido de lo que imaginaba. Y hoy me alegro de tener fotos que me llevan de vuelta a esa etapa. Porque es un vínculo indescriptible, es refugio, es amor en estado puro.
Por eso estas sesiones son tan especiales para mí. Porque sé lo valioso que es poder guardar en imágenes ese pedacito de historia irrepetible entre mamá y bebé. Cada vez que tengo la suerte de fotografiar una lactancia, siento que estoy guardando un pedacito de historia irrepetible.
Lo que quiero es que tengas recuerdos especiales, naturales y llenos de emoción… que cuando los mires dentro de unos años, te devuelvan exactamente a cómo te sentías en esos momentos.
La lactancia materna es algo único e intenso. Y yo solo puedo dar gracias por haber vivido la mía y por poder contar, con imágenes, la de tantas mamás valientes y entregadas.
Si tu lactancia forma parte de tu historia, merece ser recordada. Estoy aquí para ayudarte a revivirla.








